Yoga para el corazón

Yoga para el Corazón

Quizás hayas escuchado en clase de yoga frases como “abran el corazón”, “derritan el corazón a la tierra”, “lleven el corazón hacia delante” y otras referencias al chakra corazón. Estas menciones al corazón durante la práctica de yoga no son sólo frases que suenan lindo sino también tienen un fundamento energético y médico.

Hablaremos sobre el fundamento médico. Se han realizado estudios que sugieren que esta práctica milenaria ayuda a protegernos de las enfermedades cardiovasculares como los ejercicios aeróbicos. Practicar yoga ha sido relacionado con la reducción de los factores claves que conducen a enfermedades del corazón, como bajar el índice de masa corporal, pérdida de peso, mejora en los niveles de colesterol, reducción de la presión arterial y ritmo cardíaco. 

Parece que la razón principal de estos beneficios se debe a la reducción del estrés, el cual aumenta los factores de riesgo. Cuando una persona está estresada por periodos prolongados de tiempo sube la presión arterial y los niveles de colesterol. Pero ¿cómo funciona?

Una investigación de la Escuela Médica en la Universidad de Boston propone que el yoga trabaja regulando el sistema nervioso, incrementando el tono vagal (la habilidad del cuerpo a responder de manera exitosa frente al estrés).

El nervio vagal es el nervio craneal más largo en el cuerpo, empieza en la base de nuestro cráneo y va por todo el resto del cuerpo, influyendo en nuestra respiración, ritmo cardíaco, digestión y sistema nervioso. Es decir, ayuda a regular todas nuestras principales funciones corporales (incluyendo cómo incorporamos, procesamos e interpretamos nuestras experiencias). Cuando este nervio funciona de manera correcta nuestra digestión mejora, nuestro corazón funciona de manera óptima y nuestro humor es más estable, pudiendo pasar de estados activos o de estrés a estados más relajados fácilmente.

Por el contrario, un tono vagal bajo se relaciona a la depresión, estrés, dolor crónico y hasta la epilepsia. Nuestra digestión se enlentece, el ritmo cardíaco se eleva y nuestro humor se vuelve impredecible y difícil de manejar. Se sugiere que todo esto mejora por la estimulación de este nervio a través del yoga, no sólo con posturas sino también en ejercicios como la respiración ujjayi o el canto del Om.

El yoga, aparte de ayudarnos con la reducción del estrés mediante la “tonificación” de nuestro tono vagal, nos brinda beneficios emocionales, trabajamos los músculos, oxigenamos mejor el cuerpo, llevamos la atención a nosotros mismos y ayuda en nuestro proceso de auto-reconocimiento y auto-conocimiento como un ser integral.

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